jueves, 8 de noviembre de 2007

El 7.

Lo que se vive estando soltero y con un apartamento disponible siempre, es algo que todo hombre deberia intentar, antes de ponerse a inventar con esa cosa llamada ´matrimonio´. Ese es mi caso. Por un tiempo pensé que podria resistir el aliento de un mujer a mi lado, pero por ahora no me arriesgo.

El punto es que en estos meses de abstinencia en materia de convivencia con alguien, han pasado muchas cosas. Vivo en un 5to piso, donde hay 5 apartamentos. A mi lado, vive una ´diabla´, literalmente hablando. El hecho de que tenga uno ahora y otro más tarde, no me ha quitado el concepto de ´buena gente´ que tengo de ella.Compartimos cigarros, tragos, música y vivencias. También ha servido de testigo para los 6 ´demonios´ que han sudado en mi colchón.

Una noche, mi vecina me dice que su computadora esta jodida.La mía, estaba disponible. Le digo que pase a la habitación y que trabaje. Le digo que me voy a bañar. El baño no tiene puerta, pero ella está de espalda.Desde el baño ubico su culo sobre mi silla. Desde el baño, veo la silueta de sus tetas desproporcionadas. Desde el inodoro, veo su melena rubia jugando con la brisa del abanico. Desde la bañera, mi mano se agita y mis ojos lo ven todo.
Stop.

Pienso, analizo y recuerdo una frase de Pulsar: ´No todo el dinero se gana; no todos los culos se cojen´. El cuanto al dinero, no le doy mente. Pero lo segundo me detuvo. Pensé en la biblia, con eso de que el 7 es un número mágico. Comprendí todo.
Luego de 6 ´demonios´ rematados entre mis sábanas, pensé que mi vecina sería el chivo expiatorio perfecto para perdonar una vagina. La mujer #7 que entraba a mi habitación, y no la desnudé.
Creo que entraré al cielo.

YellowÑ